La inteligencia artificial generativa –esa tecnología que transforma unas pocas palabras en texto, imágenes o soluciones complejas– impulsa hoy la innovación tecnológica en todos los sectores. Sin embargo, su creciente adopción conlleva un impacto ambiental que a menudo pasa desapercibido. 

Detrás de cada respuesta de ChatGPT hoy un enorme esfuerzo computacional en centros de datos que requieren de muchísima energía eléctrica y agua. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), en 2024 estos centros consumieron unos 415 TWh (teravatios hora), lo que equivale al 1,5% de toda la electricidad mundial. Y la proyección es alarmante: si siguien creciendo al ritmo actual,especialmente por la explosión de modelos de IA– este consumo podría más que duplicarse (945 TWh en 2030). 

La huella energética de los centros de datos

Estos datos convierten a los data centers en un verdadero “gigante energético” de la era digital. A nivel global, producen cerca de 180 millones de toneladas de CO₂ al año solo por la electricidad que consumen (cerca del 0,5% de las emisiones mundiales totales a día de hoy). Aunque esta cifra puede parecer baja comparada con sectores como el transporte o la industria, su tendencia es creciente y acumulativa.

La misma IEA estima que, de aquí a 2030, las emisiones de carbono de estos centros podrían representar el 1% del total global, o incluso más, si la IA generativa sigue expandiéndose a este ritmo. En países con fuerte dependencia de energías fósiles, como EEUU, esta proporción podría alcanzar entre el 3% y el 4% del total nacional en una década. 

Más allá de la electricidad: agua y recursos

Sumamos el factor humano: cada consulta a ChatGPT o a cualquier modelo grande de lenguaje requiere la activación de GPUs en el centro de datos, lo que implica un uso intensivo de la energía. Sam Altman, CEO de OpenAI, bromeó diciendo que decir “por favor” y “gracias” a ChatGPT le cuesta **“tens of million of dollars” **en electricidad. Más allá del humor, su comentario evidencia que incluso unas pocas palabras extra tienen un **precio energético real. **

Pero no nos podemos olvidar del agua. Los centros de datos consumen enormes cantidades de agua dulce para refrigerar los servidores. Solo en 2023, en Estados Unidos, se usaron más de 283.900 millones de litros de agua, y un centro medio consumía 1,7 millones de litros por día, equivalente al uso diario de 1500 hogares. En un planeta con tensiones hídricas crecientes, este dato no es menor. La ONU advierte que para 2025, unas 1.800 millones de personas sufrirán escasez severa de agua.

IA generativa sostenible, una prioridad para Wavext

El desafío está sobre la mesa: ¿cómo impulsar la IA generativa sin hipotecar nuestro futuro climático? En Wavext creemos que la solución no está en frenar el desarrollo de esta herramienta, sino integrarla en criterios sostenibles en cada capa de su uso. Nuestra filosofía de la Exponencialidad Humana se basa en obtener el máximo beneficio social y económico de la tecnología sin sacrificar el planeta. Esto implica varias líneas de acción.

No basta con usar IA, hay que usarla mejor

Optimizar los algoritmos (por ejemplo, modelos más eficientes o ajustes precisos en la generación de respuestas) y las infraestructuras subyacentes reduce drásticamente la energía por tarea. Por ejemplo, puede utilizarse IA para gestionar el enfriamiento y la distribución de cargas entre centros de datos, o ajustar la complejidad del modelo al tipo de petición real que se necesita. 

Desde el comienzo de cada proyecto, incorporamos criterios de eficiencia energética

Al diseñar una solución de IA, evaluamos su huella energética y vírica, buscando arquitecturas (nube vs local, modelo propio vs servicio compartido) que minimicen el impacto. Por ejemplo, nuestrs arquitecturas suelen contemplar modelos comprimidos o técnicas de inferencia ligera cuando la tarea lo permite, ahorrando recursos. 

Es esencial que usuarios y desarrolladores entiendan el impacto ambiental de sus interacciones digitales

Desde Wavext promovemos buenas prácticas: formular preguntas claras para evitar respuestas innecesarias largas, reutilizar cálculos cuando sea posible, y fomentar la reutilización de modelos entrenados. Al final, un “uso educado y mesurado” de la IA también sirve al planeta.

El futuro de la IA es verde

El futuro lo construimos juntos entre las capacidades del ser humano potenciadas por las nuevas prestaciones de las tecnologías exponenciales. La anécdota de Sam Altman no fue casual: nos recordó que cualquier interacción digital tiene un impacto tangible. En Wavext, estamos convencidos de que la “era de la exponencialidad humana” exige desarrollar tecnología con responsabilidad ambiental. Queremos liderar la conversación y ofrecer soluciones que permitan a las empresas integrar la IA generativa de forma eficiente y sostenible, maximizando beneficios sin descuidar el planeta.

Si tu organización busca abrazar la IA generativa mientras optimiza resultados, optimiza el coste operativo, mejora la productividad y reduce su huella, en Wavext te podemos guiar para transformar a tu compañía en una versión exponencial de la misma. La innovación no tiene por qué ser a costa de la sostenibilidad; al contrario, cada modelo, cada servidor y cada infraestructura puede ser una oportunidad para avanzar hacia un futuro más limpio. 

¿Está tu empresa lista para la era de la IA sostenible? Contacta con nosotros y conversemos sobre cómo Wavext puede acompañarte en esta transformación. Juntos podemos hacer que el avance tecnológico sea también un paso hacia un futuro más consciente y responsable.